Rehabilitación de un local comercial para la nueva sede de Digital Art Studio
Un proyecto concebido desde una narrativa colectiva. A partir de las primeras conversaciones y bocetos, nuestro objetivo es transformar la identidad corporativa de la empresa en una arquitectura que represente a las personas que la integran.
Como diseñadores, nos sumergimos profundamente en las dinámicas de trabajo de la empresa, sus procesos de producción y su historia, para transformar su forma de hacer en una secuencia de espacios complejos utilizando herramientas de trabajo sencillas: la luz, los materiales y el color.
El proyecto se organiza en dos niveles: planta baja y sótano. A través de un túnel de acceso oscuro y estrecho, el espacio se expande hacia el interior, abriéndose a la luz en un entorno continuo, fluido y transparente. El mobiliario, diseñado específicamente para cada grupo de trabajadores según sus funciones en la empresa, define la secuencia programática dentro del espacio diáfano.
Desde un área de recepción central, que ofrece visibilidad total, el espacio se despliega en su totalidad, con solo dos pequeños despachos y una sala de trabajo privada cerrados. La capacidad de controlar y ajustar el ambiente lumínico fue el hilo conductor de las conversaciones en el proceso de diseño y el principal desafío tanto en el proyecto como en la construcción.
El color rojo salmón se emplea estratégicamente para resaltar los dos elementos clave del proyecto: el techo de instalaciones vistas, que aporta continuidad y potencia el carácter diáfano de la sala en planta baja, y la escalera de conexión con el sótano, cuya ligereza permite introducir la mayor cantidad de luz posible en un nivel subterráneo dominado por un muro de hormigón visto que recorre secuencialmente todo el espacio, desde la sala de juntas hasta la zona polivalente y la cantina.