Parque intergeneracional durante LNEB 2010 y sus Segundas Vidas en El Gallinero
Pensamos en LNEB como una probeta gigante donde testar un urbanismo diferente. El peatón es el nuevo protagonista de la ciudad, y en ella se permiten situaciones a una escala poco habitual. El proyecto nace con la ambición de responder a necesidades de la ciudad, sirviéndonos de los fondos de LNEB, que de esta manera permitan generar actividades colectivas durante esa noche, y que posteriormente puedan destinarse a los espacios donde realmente se necesitan. La segunda vida de las cosas es la pieza fundamental en nuestro proyecto. Nos apetece intervenir en la ciudad, intentando desarrollar actuaciones participativas en las que lo espectacular será la gente actuando, participando y transformando los espacios que les ofrezcamos.
Nuestra apuesta es la creación de un gran parque lúdico intergeneracional, donde cualquier peatón, pueda participar. Buscamos rediseñar la ciudad para el “hommo ludens” contemporáneo. Un nuevo espacio público en la Gran vía madrileña, para que La noche en blanco se viva desde la participación activa, y desde el divertimento, abriéndose a lo imprevisible.
Para la materialización de los elementos nos nutrimos de elementos reciclados y materiales típicos de la construcción. Por un lado, conseguimos abaratar el precio y aumentar la densidad de propuestas. Por otro lado, buscamos la estética de lo inacabado, susceptible de ser transformado por cada usuario que participe esa noche.
En el fondo lo que pretendemos es una cosa muy sencilla: queremos que las fotos que resuman lo que ha pasado en LNEB de 2010 no se hagan a las instalaciones impresionantes o a los grandes montajes, sino a las personas que la experimentan y participan en ella y, posteriormente, a los lugares que se nutran con lo que ha quedado de “ella” a partir de la mañana siguiente.