Un proyecto para promover la visibilidad, autonomía e igualdad de las personas con discapacidad en áreas rurales y urbanas a través de prácticas artísticas
Aqui há dragões: edición Porto-Matosinhos es la segunda edición del proyecto Aquí hay Dragones de Zuloark. «Aquí hay dragones» es un proyecto que trabaja con personas con discapacidades y artistas, tanto locales como de fuera del contexto laboral. El proyecto busca hacer visible, empoderar y promover la autonomía, capacidades e igualdad de una comunidad que, especialmente en las periferias y zonas rurales, suele ser menos visible y capaz de participar en la vida común.
La propuesta explora el arte y el urbanismo inclusivos, utilizando prácticas artísticas y creativas para hacer visible y colocar a las personas con discapacidades en el centro de los contextos y políticas sociales, así como para valorar el trabajo y el compromiso de los grupos sociales más cercanos a estas comunidades, que son fundamentales para su desarrollo personal.
Este proyecto comenzó con la certeza de que en el mundo relacionado con la discapacidad, el arte favorece la creación de hábitos laborales, despierta la observación y produce cambios en las personas, desarrollando la autoestima. En resumen, creemos que las prácticas artísticas son una herramienta que ayuda a descubrir las capacidades de cualquier persona.
En esta edición portuguesa, desarrollamos la propuesta como una actividad satélite dentro del marco de la Bienal de Diseño de Porto-Matosinhos junto con el Colectivo Warehouse de arquitectos y artistas como colaboradores y facilitadores locales, trabajando mano a mano con las asociaciones AADID (Associação dos Amigos das Deficiências Intelectuais e Desenvolvimentais) y SOMOS NÓS, que fueron los verdaderos protagonistas en la organización y desarrollo de la propuesta.
Durante los dos talleres de ideación y construcción, compartimos experiencias y aprendizajes a través de caminatas, conversaciones, mapas, collages, dibujos, música y picnics, destacando el entorno, la flora, la fauna, la cultura, la memoria y el patrimonio de un lugar tan especial como los alrededores de la Fundación Serralves, el Parque Pasteleira, el Bairro da Rainha D. Leonor y el río Duero.
El proyecto culminó con una celebración del proceso en la que sacamos los muebles construidos en los talleres para intervenir temporalmente en el Parque Pasteleira, activando algunos de sus espacios a través del juego, la danza y la convivencia.