Centro de Felicidad Chapinero

ID 19001

Año 2019

Equipo

Zuloark (Autoría), Manuel A. Monteserín Lahoz (Autoría), Santiago Pradilla (Autoría), Natasa Lekkou (Colaboración), Antonio Fernández Caro (Consultoría estructural), Daniele Pieralli | 3d Manu-Facturas (Visualización 3D)

Ubicación Bogotá, Colombia

Categorías
Diseño
Vista final del Centro de Felicidad Chapinero | Imagen de Manuel A. Monteserín Lahoz

Concurso para el «Centro de Felicidad» de Chapinero en Bogotá, Colombia (Mención de Honor)

El coleccionista de felicidades

Dicen que Susan Sontag coleccionaba todos los regalos de cumpleaños que le habían hecho durante toda su vida aún envueltos en el propio papel de regalo y que jamás abrió ninguno. Para ella, coleccionar expresa un deseo que vuela libremente y se acopla siempre a algo distinto: es una sucesión de deseos. El auténtico coleccionista no está atado a lo que colecciona, sino al hecho de coleccionar. 

Hay gente que colecciona cromos, otros cuadros o vestidos. Este edificio de Chapinero en Bogotá es un coleccionista de felicidades. Y es que felicidad no hay solo una, sino que existen una suerte de felicidades diferentes que se sienten de manera muy distinta. Este edificio colecciona felicidades a través de pequeñas transformaciones cotidianas que provocan reacciones felices en los habitantes que lo viven o recorren.

Vista nocturna del edificio | Imagen de Manuel A. Monteserín Lahoz | Panel de los Autores

El edificio no intenta, por lo tanto, conseguir que la gente sea más feliz, sino que pueda experimentar felicidades nuevas, felicidades que no haya podido sentir nadie nunca antes. El edificio mejora cuantas más felicidades nuevas sea capaz de provocar. 

– Una felicidad pública sentida de manera colectiva cuando unos vecinos comprendieron que su barrio ganaba espacio público el día que se inauguró el Centro.

– Una felicidad mutante que se apropió de una madre que entendió que la estructura del edificio va cambiando al adaptarse a las mejores condiciones del programa que acogen cada una de las plantas.

– Una felicidad lúdica y resiliente cuando los niños se dieron cuenta de que el edificio estaba pensado para evolucionar según cómo lo usaran.

– Una felicidad añeja que sintieron los trabajadores del edificio al descubrir cómo, con el paso de los años, el edificio se hacía más experto y su vejez le daba un aire aún más atractivo.

– Una felicidad inédita al descubrir los paseantes un nuevo tipo de plaza en Bogotá. Una plaza en la que se está al aire libre, pero no a la intemperie; en la que se vive en espacios abiertos, pero no desprotegidos; y donde era muy fácil conocer gente nueva. 

Perspectiva desde el vestíbulo del edificio | Imagen de Manuel A. Monteserín Lahoz

Cada día, gracias a sus “habitantes”, el edificio de Chapinero se convierte en algo distinto que permite ofrecer nuevas felicidades.

La colección de ciudades: Sobre el planteamiento urbano

Para conseguir aumentar su colección de felicidades, el edificio tuvo que pensarse también como una colección de espacios urbanos distintos, y de la combinación de estos espacios aparecieron situaciones sorprendentes que provocaron felicidades que jamás se habían pensado.

Última planta del edificio | Imagen de Manuel A. Monteserín Lahoz

La torre se materializó como una plaza ensamblada de otras plazas, con jardines,  adoquines y mobiliario urbano, pero también con ambientes domésticos e interiores. Nacía así un nuevo espacio público que permitía abaratar costes pero incrementar la usabilidad. Como si al mezclar distintas ciudades en un mismo lugar aparecieran nuevos tipos de espacios que no se habían descubierto antes. El edificio se relaciona a su manera con la calle, de forma continua a través de una topografía orgánica que conduce a un jardín en altura. Como si el plano de Nolli hubiera podido dibujar espacios en una tercera planta.

La colección de programas

El concurso para el Centro de Felicidad en Bogotá proponía un programa muy variado: canchas, piscina, auditorio, salas de exposiciones…, y muy poco presupuesto. Entendimos que esto podía jugar a nuestro favor y no ser un problema. Propusimos así un edificio formado por una serie de plazas apiladas, cerradas y abiertas, y construido con materiales baratos.

Este planteamiento nos ofrecía una estética cruda y desnuda que nos pareció muy interesante. El programa que en las bases estaba limitado por una superficie determinada, pensamos que también podía presentar un estado alterado o excitado. Como Goku cuando se convierte en un superguerrero. Por lo tanto, debía ser lo suficientemente flexible como para adaptarse al programa estipulado, pero también a sus respectivos estados de excitación. De este modo, la zona de exposiciones, por ejemplo, que en las bases estaba limitada a 200m2, podía, en momentos puntuales, convertirse en un gran paseo de diseño y extenderse por todo el edificio.

Axonometría programática del Centro de Felicidad | Panel de los Autores

Cada programa se organizaba en una de las distintas capas que se apilaban. Piscina y vestuarios en la planta baja, acceso en la planta baja, el jardín y la colina en la primera planta, aulas y laboratorios en la segunda, la zona de exposiciones en la tercera, auditorio en la cuarta, vestuarios en la quinta y un patio en la sexta planta coronando el edificio. Una suma de lugares, una suma de felicidades:

2A. FELICIDAD INÉDITA

Como respirar profundamente, después de haber corrido.

No era normal. Tampoco lo parecía. Hizo sentir a la gente de  forma que no había sentido nunca. De pronto se podía estar en una plaza que era un jardín al aire libre, sin preocuparse de si llovía. Estar en un lugar abierto, en un espacio público en el que no te sentías a la intemperie ni por supuesto desprotegido. Sin darte casi cuenta, la calle se había levantado hasta una altura considerable y de pronto el jardín tenía vistas.

2B. FELICIDAD PÚBLICA / COMPARTIDA

Como que los comerciantes de tu barrio te llamen por tu nombre.

El espacio consiguió pronto hacer sentir un tipo de felicidad que solo se siente cuando se forma parte de algo. Muchas personas sintieron que en realidad el edificio no era un edificio. Para ellos seguía siendo la calle, la plaza, que se adaptaba con una topografía diferente a la calle. Se puede seguir paseando por Chapinero y entrar a su espacio sin tener ningún límite o barrera. 

Planos y fachadas | Dibujos de los Autores y Natasa Lekkou

3A. FELICIDAD DEL COLECCIONISTA DE PLAZAS

Como tener muchos mundos en un armario.

Era importante no entender solo el edificio como una superposición de programas completamente diferentes, sino como un ensamblaje de plazas y jardines. Plazas cubiertas, apiladas en altura que posibilitan otra forma de entender los programas, de vivirlos y construirlos, facilitando la aparición de muchos lugares en los que encontrar situaciones no programadas.

3B. FELICIDAD EMPODERADA

Como saber que puedes hacer las cosas sin pedir permiso.

Muchos de los espacios se parecen más a un bosque que a ninguna otra cosa. Los árboles del edificio, la estructura, son el equipamiento que permite que la gente se sienta capacitada para desarrollar afectos. De estos árboles se cuelgan cerramientos que permiten a los visitantes configurar el espacio según las necesidades específicas que se tenga en cada momento.

3C. FELICIDAD ESTRUCTURA MUTANTE

Como encontrar  un pokemon muy evolucionado.

¿Cómo es la estructura del Centro de Felicidad? Son pilares rectos de hormigón, sólidos y robustos. Son cerchas trianguladas que configuran cajones. Son pilares metálicos ligeros y verticales. Son uves y diagonales. Son jaulas tridimensionales. Son todas y cada una conformando un único tipo de estructura. Una estructura para adaptarse a cada programa y convertirse en otra en el siguiente piso.

Planos y fachadas | Dibujos de los Autores y Natasa Lekkou

4A. FELICIDAD DIVERSA

Como tener todos los vasos de tu casa diferentes.

Diversidad de gentes por la inclusividad y mezcla de clases, perfiles y actividades que se sienten invitadas a participar. Diversidad de estéticas, por la variedad y mezcla de los materiales y soluciones constructivas escogidas. Diversidad de ambientes por la capacidad de los usuarios de configurar el carácter final de los espacios. Pero no es una diversidad caótica, sino nítida. 

4B. FELICIDAD CAMUFLADA

Como ponerse el abrigo de otra persona.

Pensado no para el turista, sino para el habitante aunque sea de fuera. Solo el que entra y lo utiliza se da cuenta de la potencia del lugar. Un espacio que se activa principalmente con los lenguajes que dominan la ciudad de Bogotá y sus habitantes, que aprende de lo cercano. Un edificio que sabe ponerse los zapatos de sus vecinos y muestra la felicidad que se siente al pertenecer a un lugar.

Planos y fachadas | Dibujos de los Autores y Natasa Lekkou

5A.  FELICIDAD DEL JUEGO RESILIENTE

Como disfrutar jugando cuando ni te planteas las consecuencias.

El edificio rescata la resiliencia como la capacidad de adaptarse y cambiar, buscar nuevos equilibrios. Evolucionar. Todo su programa se puede reprogramar, tanto de manera estructural como de manera lúdica y emergente. Los espacios pueden utilizarse de maneras distintas, pero además todo el edificio está preparado para mutar su funcionalidad. Para ello se piensa como un gran patio que promueve a las personas jugar a juegos diferentes e inventar sus propias reglas.

5B. FELICIDAD VIAJERA

Como ver un concierto subido a los hombros de tu padre.

Hoy remezclar y samplear son acciones fundamentales en cualquier proceso creativo. La capacidad re-programática de Sesc Pompeia, la ligereza estructural del Aviario de Cedric Price o el espacio público en altura de la muralla de Lugo son algunos de los aprendizajes que están ensamblados en el viaje creativo que asume este proyecto. Si somos capaces de ver más allá, es porque miramos sobre hombros de gigantes.

6A. FELICIDAD SERENA / SOBRIA

Como no tener bolsillos.

Confiamos en los proyectos tranquilos. De calidad arquitectónica completada con calidad humana, nada de derroches presupuestarios ni materiales de aleaciones titánicas. Este proyecto propone una estructura lógica pero sofisticada, que coloca las cosas pesadas abajo y las ligeras arriba. No alardea, pero se transforma de manera audaz para facilitar los usos para los que se ha pensado.

6B. FELICIDAD AÑEJA PARA TODA LA VIDA

Como sentirse más atractivo a los 60.

Hay materiales y sistemas constructivos que ganan con los años. Pensados para que su mantenimiento sea sencillo y su envejecimiento convierta los espacios en lugares más interesantes. Materialidades robustas que aprenden de cómo se construyen las plazas y las calles, haciendo diseño de interiores con herramientas de la obra civil. Y esa materialidad del envejecimiento digno facilita el uso y disfrute de los espacios de 0 a 120 años.

6C. FELICIDAD RESPONSABLE 

Como descubrir que eres vecino de cucarrones y colibrís.

Conocer el edificio y saber adecuarlo al contexto global es conocer lo que cuesta, pero también lo que consume, tanto en su día a día como en su proceso de construcción, la huella ecológica y su evolución diaria. Este edificio no puede generar felicidades sin hacer transparente su gasto responsable y su funcionamiento consecuente, incrementando la complejidad del tipo de espacios mediante sencillas operaciones.

6D. FELICIDAD DE LA TECNOLOGÍA ACCESIBLE

Como encontrar una silla de ruedas hecha con una silla de terraza.

El principal cometido de la tecnología en el edificio será garantizar su accesibilidad universal. Pensada desde una premisa de bajo coste, se trata de una tecnología emergente que aprende de las inteligencias colectivas de los vecinos de Chapinero y que facilita y aumenta el uso del edificio por parte del mayor número de personas distintas. Desde el mismo lugar, se piensa la accesibilidad física del edificio, eliminando barreras y aumentando su diversidad funcional.