Construcción de cuatro nuevos prototipos a partir de saberes tradicionales
Palomino es un pequeño pueblo en la costa caribeña de Colombia. Desde Inteligencias Colectivas, una plataforma de investigación que trabaja con tecnologías emergentes, Zuloark (co-fundador de Zoohaus) lleva a cabo el proyecto IC Palomino.
Primero, realizamos un amplio registro de los saberes del pueblo. Así, artilugios como carros de cocina, mecedoras de zuncho, tejidos de palma o farolas emergentes quedan catalogados como parte del aprendizaje colectivo y pueden ser así replicados en el futuro. En una segunda fase, realizamos una serie de talleres de diseño y construcción para desarrollar cuatro prototipos de infraestructuras para Palomino, con los saberes aprendidos previamente. Estos prototipos se ajustan a las principales necesidades identificadas por la comunidad: infraestructuras culturales abiertas, lugares de encuentro comunitario y una red de baños secos como acción de acupuntura urbana.
Baño seco de Basilea
El nivel freático de algunas zonas del pueblo está contaminado por problemas con las fosas sépticas de muchas de las viviendas. Se diseña una estrategia urbana de implementación de una red de baños secos que permitan no contaminar el suelo y extraer compost y fertilizantes. Este baño seco en el lote de Basilia Pérez es el primer prototipo privado. Construido con estructura de madera local y cerramientos de zuncho y cañalata, se posa en el terreno con una cimentación superficial y desmontable para permitir su desmontaje en un futuro.
Casa de la Cultura de Palomino
La Junta de Acción Comunal dona un terreno de la Casa de la Cultura para construir una sede destinada al grupo de danza del pueblo. Se decide ubicar el escenario cubierto en la segunda mitad del solar, utilizando la sierra como telón de fondo natural. Para garantizar la estabilidad requerida para la danza, se construye una losa de hormigón. La estructura portante se elabora en madera, mientras que la cubierta se realiza con dos tipos de palma tejida de formas distintas, optimizando las uniones y adaptándose a los cambios de pendiente para facilitar la evacuación del agua.
Además de la danza, en este lugar también se celebran talleres de música tradicional y de construcción de instrumentos artesanales, cines al aire libre, reuniones y asambleas vecinales.
Gradas móviles de guadua
En la Casa de la Cultura se construyen unas gradas móviles y ligeras que puedan ser desplazadas a distintos lugares. Como material, se utiliza guadua o bambú recuperado, originalmente destinado a ser desechado. Para utilizarla, se inventa un detalle constructivo que duplica las piezas que trabajaban en horizontal, donde la guadua puede sufrir más carga, y se coloca una sola en las posiciones donde la guadua trabaja a favor. Las gradas se dividen en dos partes para una mejor movilidad, y la unión de estas partes se piensa de forma muy sencilla, encajando una pieza en otra sin tornillos o pasadores. La gente del pueblo ha continuado su cuidado, fumigando toda la estructura para evitar termitas u otros patógenos.
Oficina de Deportes
Los habitantes precisan de un espacio para reunirse, organizarse, donde guardar algunas cosas o archivar los informes de sus actividades deportivas. Esta oficina debe ser una construcción temporal, en un solar lleno de vegetación, próximo a la plaza del pueblo.
Para su construcción se decide plantear un sistema completamente reversible. La plataforma, con estructura de vigas de madera y tablones sin pulir, se levanta del suelo para evitar humedades y dejar que la pieza respire también por debajo. La estructura de la oficina se construye con guadua reciclada. Las uniones se realizan siguiendo la técnica de cerchas dobles ya mencionada. La cubierta es una estructura de dos paraboloides hiperbólicos alternos que recorren el espacio, esquivando la vegetación y consiguiendo las pendientes oportunas.
Trabajamos con Rogelio, artesano de Palomino, diseñando los cerramientos verticales exteriores de la oficina, construidos con unos marcos metálicos y zuncho plástico trenzado, impermeables y traslúcidos. Los cerramientos verticales se ejecutan con cañalata como si lo que hiciéramos fuese un gran cesto de mimbre. Posteriormente se construye también el mobiliario de la Oficina con la misma técnica.