Reforma de un estudio de fotografía en Madrid
Dos elementos componen el espacio: el plató, un espacio abierto con colores neutros y un suelo de hormigón pulido; y la entrada y oficina del estudio, siendo esta el área más cálida del camerino, en madera de pino y policarbonato.
El armario en hierro natural, de planta trapezoidal, es el elemento protagonista de la zona del plató, generando una abertura del campo visual hacia este mismo. En su interior, unas cajoneras de madera contrachapada de pino sirven como almacén del equipo de fotografía. Además, se diseña una mesa desmontable en madera de pino con estructura apilable en hierro.
El diseño de este estudio está pensado para que pueda ser recogido y almacenado en el menor tiempo posible. Todos los espacios de almacenaje son de fácil acceso. Cuando se realizan sesiones fotográficas, queda un espacio despejado con luz natural; cuando finalizan, todo queda perfectamente almacenado para la próxima sesión.